Recuerdo una frase de un profesor del colegio: "La vida es como un río que con su corriente te lleva a cierto lugares a los que no quieres ir. En esos momentos debes prender el motor de tu lancha para ir en contra de la corriente hacia el lugar que quieres ir". En esos momentos la frase fue motivadora, y nos causó mucha incertidumbre, porque no sabía como en verdad era la vida.
Otro profesor de la secundaria me dijo una vez: "Que la vida es como una bicicleta, cada pedaleo que das te acerca más a tu destino. A veces parece que no puedes más, pero siempre puedes pedalear una vez más sin bajarte de la bicicleta. A veces las cuestas son las más difíciles, pero cuando llegas a la bajada que viene después todo se ve recompensado".
Otro me dijo que hay que hacer las cosas por convicción, por creencia propia.
Finalmente, aquel profesor que llegó un día u dijo: "Yo les voy a enseñar tres cosas: 1) A ser honestos; 2) A no ser mediocres, y 3) Biología".
Y la frase que más nos ha motivado a un grupo de amigos: "Ser más para servir mejor".
Quién iba a pensar que todas estas frases, estos consejos, se conviertan en los derroteros de un hombre. Una persona formada bajo esos lineamientos pretende realizar todo lo que sus ideales requieran.
Sin embargo, la sociedad es aquel río con corriente, pero paso a paso no nos dejamos llevar por esa corriente. Aquellos ideales que convierten valores en la vida de un hombre, son los que influyan realmente para tener la fuerza para hacer el cambio. Es duro, luchar contra la corriente, pero siempre se puede dar un paso para seguir avanzando.
Espero influir en alguien.... por lo menos alguien para sentirme complacido.