Roberto Rusenhaimer no era Emo

No se si decir que era Ambateño, pero con seguridad puedo decir que su origen se dio en Ambato. Aquel amigo nos acompañó casi un día en aquella aventura de mujeres desesperadas, licor, música sucia y mujeres vampiro.

Roberto Rusenhaimer es un extranjero que vino al Ecuador ya que su padre había estudiado en Alemania, donde había conocido a su madre con la cual procrearon a este personaje. Roberto había adaptado su nombre alemán a "Roberto" debido a sus raices ecuatorianas. Actualmente tiene 27 años y trabaja como responsable de un centro tecnológico informático de apoyo estudiantil interconectado internacional, algo medio complicado, pero es la forma técnica de describir la actividad que realiza. A su cargo tiene más de veinte equipos que tienen la capacidad de conectarse con otros de su clase alrededor del mundo, con la finalidad de compartir información generada durante la vida existencial de sus usuarios.

Sin embargo, hay cosas que solo los más apegados a este personaje saben. Por ejemplo, Rusenhaimer tiene dos hijos, pero no se ha casado con la madre de sus hijos. Algunos que lo conocen bien dicen que tiene tendencia homosexuales, pero más bien diríamos que no es comprobado ya que cuando va a una discoteca lo que más se agarra son mujeres.... lindas o feas, pero mujeres al final.

Aquella noche que lo conocimos apareció cuando invocamos la presencia de una botella de tequila. Se quedó con nosotros hasta el día siguiente donde seguimos creando su existencia en mensajes de texto para una monita que le ofrecía cumplir sus más escondidas fantasías a cambio de nada.

Roberto Rusenhaimer, un personaje para recordar. Lástimosamente se ha quedado en Ambato y no hemos vuelto a saber nada de él. Roberto Rusenhaimer no es EMO y sería incapaz se necesitar: carro, vivir en el centro, tener plata o necesitar cualquier otra pendejada que otro tendría que usar para conquistar una linda mujer. Este man sabe que con el trago las mujeres pierden el pudor y todo se hace más flojo.

Esperamos volverte a contactar... por el bien de Roberto.